Chile recibe seminario internacional sobre cocaína fumable
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay también participan en instancia que aborda detección, tratamiento y rehabilitación para consumidores de pasta base.
Chile fue por primera vez sede del encuentro del Proyecto sobre Cocaínas Fumables, que lidera la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) de la Organización de Estados Americanos (OEA), y al que asistieron representantes provenientes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
La cita fue inaugurada por el secretario ejecutivo de la Cicad, el embajador Paul Simons; el jefe de la División de Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, Pedro Crocco; el subdirector interino de Senda, Antonio Leiva; y los representantesde la Oficina de la Organización de Naciones Unidas para el Control de las Drogas y el Delito (Onudd) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Rafael Franzi y Roberto del Águila.
El formato de seminario permitió la discusión teórico-conceptual y metodológica sobre la caracterización y monitoreo del abordaje (detección, tratamiento y rehabilitación) del uso problemático de cocaínas fumables. En este contexto, la instancia coordina y apoya los esfuerzos de los países en el registro y sistematización de información; investigación preclínica, clínica y epidemiológica; diseño de estudios de monitoreo y evaluación de las acciones preventivas y asistenciales, como la promoción de avances en la caracterización química de las drogas decomisadas.
En la reunión celebrada en Santiago, se trataron las características de los usuarios de cocaínas fumables; las modalidades de atención y tratamiento, con sus respectivas fórmulas de monitoreo y evaluación; los abordajes terapéuticos comunitarios, familiares y en poblaciones específicas, como adolescentes o personas en situación de calle, además de la importancia de la inclusión social.
Tarea urgente
“La sustancia que conforma este patrón de uso en los países sudamericanos es la pasta base de cocaína, conocida en otros países como ‘paco’ o ‘crack’, la cual tiende a ser más consumida en sectores de alta vulnerabilidad social y de escaso acceso a los sistemas de atención. Bien sabemos que el problema de las drogas es transversal a toda la sociedad, pero golpea mucho más fuerte a los sectores donde la pobreza y la exclusión social son mayores”, manifestó al respecto la directora de Senda, Lidia Amarales.
Para la autoridad, “se hace urgente el tratamiento de esta cuestión, considerando las nuevas estrategias de abordaje y de investigación para la comprensión cabal de los distintos patrones de consumo, pues estamos convencidos de que el fenómeno de las drogas incide negativamente en la vulnerabilidad social, profundiza las desigualdades e inequidades, obstaculiza el desarrollo, empeora la salud pública y contribuye a crear más inseguridad ciudadana”.
Amarales invitó a los países integrantes a “mejorar las respuestas” a la ciudadanía, pues “se han adquirido mayores destrezas para conocer mejor el problema”, a partir del análisis de las posibilidades de prevención, tratamiento e integración social, y explicitó la voluntad de Senda para “fortalecer los ámbitos asociados a la reducción de la demanda, incorporando los determinantes sociales como elementos clave, pues la solución no está en intervenir sólo al individuo, sino también al contexto en que la persona crece y se desarrolla”.