En Biobío se realizó el primer conversatorio a nivel nacional con egresados exitosos de procesos de rehabilitación
El proceso de rehabilitación de drogas y alcohol es tan personal como difícil, tanto así que la proporción entre lo que se invierte entre prevención y tratamiento llega a ser de 1 a 10, (donde 1 es prevención). Los casos de rehabilitación exitosa no siempre son publicados, y no porque sean escasos, sino por el componente social que parece no estar preparado para aceptar nuevamente a quienes viven con la enfermedad del consumo problemático de sustancias.
Este lunes, se realizó por primera vez a nivel nacional una jornada de conversación con egresados exitosos de Integración Social de SENDA Biobío, área técnica que pertenece a la División Programática de SENDA, con la función de diseñar y apoyar la implementación de la política de Integración Social, para contribuir a la misión del Servicio, en el marco de la Estrategia Nacional de Drogas 2014 – 2018. La cual busca contribuir a la recuperación de las personas que han tenido consumos problemáticos de sustancias. Esto significa que junto con completar un tratamiento, las personas desarrollen ciertos recursos o capitales de recuperación para lograr un mejor nivel de calidad de vida, imponiendo el desafío de establecer estrategias que permitan que estos cambios se mantengan en el tiempo, considerando durante todo el proceso, una actitud en la intervención desde la mirada y promoción del ejercicio de ciudadanía.
En la actividad se recogió la experiencia vivida por 12 personas, las que relataron sus experiencias de vida; desde la calle, donde las drogas se presentan como la vía más fácil de evasión de la realidad o en la elite, donde el sentimiento de autosuficiencia hace pensar que nada ni nadie los puede doblegar. Aquí se reunieron quienes vivieron y sufrieron las consecuencias del consumo problemático de drogas y alcohol. Mario Anabalón, quien vivió en situación de calle, nos relató su experiencia de vida, ejemplo de voluntad y esfuerzo “Llega el momento en que uno se da cuenta que las cosas ya no funcionan, ya lo vivido y todo lo lamentado… ya basta. Ahí llega el momento en que pone los pies en la tierra y busca la posibilidad de volver integrarse, volver a ser uno y las posibilidades están porque siempre hay fundaciones y hay personas que están conversando contigo, preguntándote… estaba la voluntad de hacer las cosas, el deseo de avanzar… básicamente uno está solo, cuando te dan ese apoyo que la familia no te da, uno lo acepta porque lo que más necesita es cariño, que alguien te apoye, te apañe. Bueno, producto del tratamiento uno va cambiando su pensamientos, sus maneras, sus costumbres y busca la forma de seguir adelante” señaló quien ahora tiene un trabajo estable y logró salir de la situación de calle.
Bayron Martínez , Director regional de SENDA Biobío, agradeció la entrega de estos ejemplos de superación , enfocándose en la deuda que tenemos como sociedad en poder reintegrar a quienes sufren y ya pagaron por decisiones erradas, “Profundos relatos de dolor, de tristeza y de esperanza. Estas doce personas que nos han acompañado, hombres y mujeres que han pasado por una vida súper compleja, jóvenes, adultos, adultos mayores, nos enseñan que finalmente en la vida uno tiene que tomar la decisión y la voluntad de querer cambiar, y cambiar es posible, con esfuerzo, con realidades muchas veces adversas, muchos de los que están aquí vivieron en la calle, hoy están trabajando, sosteniendo sus familias de nuevo, reparando heridas que ellos mismos generaron. Estamos contentos de poder compartir con ellos, porque son una inyección de energía, a decirle, no tan solo a nosotros que hagamos las cosas bien, sino que a la sociedad que tenemos que construir que debe ser más cariñosa, más fraterna y darle una mano a quienes han sido capaces de recuperarse y de reinventar sus vidas”.
