Explican en Aysén funcionamiento de Tribunales de Tratamiento de Drogas
Una presentación sobre el funcionamiento de los Tribunales de Tratamiento de Drogas (TTD) realizó el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación de Drogas y Alcohol (SENDA) en Aysén ante la Comisión Regional de Coordinación del Sistema de Justicia Penal.
En la oportunidad, la coordinadora de SENDA en Aysén, Dominique Brautigam, explicó que “el fin último de esta metodología es disminuir el consumo de sustancias entre quienes cometen delitos por primera vez y que presenten consumo problemático de sustancias, para que a través de su rehabilitación evitar que reincidan”.
Añadió que el desarrollo de esta modalidad terapéutica en Chile se encuentra instalada en cuatro regiones -Tarapacá, Antofagasta, Valparaíso y Metropolitana- y este año se extenderá a las regiones de O’Higgins y Maule.
El objetivo es “poder proyectarlo como una política pública y que sea una realidad en el resto del país y por supuesto en nuestra región. Estamos trabajando arduamente en aumentar la oferta de tratamiento para poder implementar este programa en Aysén”, precisó.
El programa se lleva a cabo con la participación de diferentes instituciones –SENDA, Ministerio Público, Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia, Poder Judicial, Defensoría Penal Pública y la Fundación Paz Ciudadana y ha involucrado activamente a jueces, fiscales, defensores, equipos biopsicosociales y Centros de Tratamiento.
El imputado accede voluntariamente, previa evaluación de su condición jurídica -suspensión condicional del procedimiento- y de su condición sanitaria de consumidor problemático de drogas.
El tratamiento es supervisado judicialmente, a través de audiencias de seguimiento de su plan de trabajo, hasta que son alcanzados los objetivos terapéuticos y haber finalizado el plazo de la suspensión condicional. En ese momento el sujeto es sobreseído definitivamente.
Este modelo tiene aplicación en diversos sistemas de justicia, como Estados Unidos, Canadá, Australia, México, Noruega, y ha demostrado ser más efectivo en reducir el abuso de sustancias ilícitas, y la reincidencia criminal, que la privación de libertad y otras iniciativas de tratamiento sin supervisión judicial.