SENDA lanza decálogo de derechos para personas en recuperación del consumo de drogas
Directora Nacional de SENDA, junto a autoridades y personas en proceso de recuperación, firmaron el documento que busca garantizar la dignidad y los derechos humanos de quienes participan en programas de tratamiento.
En el marco del Mes de la Recuperación, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) realizó el lanzamiento del Decálogo de Derechos de las Personas Usuarias de Programas de Recuperación, una herramienta que busca consolidar la protección y promoción de los derechos humanos de las personas que participan en programas de tratamiento por consumo problemático de alcohol y otras drogas.
La actividad, realizada en la Casona Dubois, en Quinta Normal, contó con la presencia de la Directora Nacional de SENDA, Natalia Riffo, y la participación de representantes de entidades públicas y privadas, además de personas que actualmente participan en programas de recuperación.
Durante su intervención, la Directora de SENDA destacó que el decálogo representa un avance significativo en el enfoque de derechos humanos que la institución promueve en sus políticas y programas de prevención y recuperación del consumo problemático de alcohol y otras drogas.
“Este instrumento refleja nuestro compromiso por garantizar que todas las personas en recuperación reciban una atención digna, respetuosa y libre de discriminación. No solo buscamos que accedan a tratamiento, sino que participen activamente en su propio proceso, siempre respetando su autonomía y derechos”, afirmó Riffo.
En la oportunidad, Gonzalo Cuadra, representante de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, destacó que “es parte de las herramientas que debemos implementar desde la coordinación intersectorial y que está muy alineado con los principios que tenemos en la red de salud para el abordaje de las personas que requieren este tipo de tratamientos”.
“Nos parece muy importante que entre en sinergia con la implementación de los derechos que tienen las personas durante su atención de salud, como en particular los derechos consagrados en la Ley 21.331 de Reconocimiento y Protección de los Derechos de las Personas en la Atención de Salud Mental”, enfatizó Cuadra.
Por su parte, Luis Vial Recabarren, del Comité de Prevención de la Tortura, órgano que ha formulado recomendaciones, destacó la importancia de que “pueda concretarse en la implementación de los programas, tanto para el trabajo con las personas usuarias, facilitando su participación y comprensión de la situación en la que están, como también para el personal y el respeto que requieren”.
“Esto va bastante en dirección con respecto a las recomendaciones que ha planteado el Comité de Prevención de la Tortura, y esperamos que, efectivamente, pueda manifestarse con gestiones que faciliten el acceso, la continuidad y el acompañamiento”, complementó.
Decálogo de Derechos
El Decálogo de Derechos de las Personas Usuarias de Programas de Recuperación establece nueve derechos y un deber. Estos son principios que garantizan el respeto y la dignidad de quienes participan en el proceso de recuperación, y cada uno está acompañado de una explicación que detalla su alcance y aplicación:
- Derecho a la salud física y mental: acceso en igualdad de condiciones a programas de recuperación y prestaciones de calidad.
- Derecho a la igualdad y no discriminación: libre de cualquier forma de discriminación, con pleno respeto a su identidad y dignidad.
- Derecho a la integridad física y psíquica: recibir un trato respetuoso, sin maltratos ni tratos degradantes durante todo el proceso.
- Derecho a la libertad de expresión, opinión y a recibir información: poder expresar su opinión sobre los programas y recibir información clara y comprensible.
- Derecho a la honra y vida privada: protección de la privacidad y confidencialidad en el tratamiento y recuperación.
- Derecho a la autonomía personal o libre determinación: tomar decisiones libres y conscientes respecto a su proceso de recuperación.
- Derecho a la participación social y cultural: participar activamente en la planificación y ejecución de su proceso de recuperación.
- Derecho a la seguridad y protección social: acceso a una atención adecuada en salud y protección social para su reintegración.
- Derecho a un proceso de recuperación libre de cargas personales: recibir un tratamiento accesible sin requisitos excesivos ni cargas desproporcionadas.
- Deber de respeto al personal que participa en los programas de recuperación: respetar a los profesionales y técnicos que participan en los programas de recuperación.
“Este decálogo es una herramienta más para garantizar que la atención sea integral, respetuosa y basada en los derechos humanos”, enfatizó Riffo.
La iniciativa forma parte de las actividades del Mes de la Recuperación 2024, con las que SENDA busca sensibilizar a la población sobre la importancia del tratamiento del consumo problemático y la integración social de quienes han finalizado procesos terapéuticos.
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