Actores sociales de Talca se reunieron para aprender de Habilidades Preventivas Parentales
Es importante evitar el consumo de alcohol y otras drogas en niños, niñas y adolescentes a cualquier edad, ya que puede provocar serios problemas a la salud. Mientras menor sea la edad de inicio en el consumo, mayor es la probabilidad de llegar al abuso y a la adicción. Durante la niñez y la adolescencia, el cerebro está en pleno desarrollo, por lo que el consumo de cualquier droga perjudica aspectos como la toma de decisiones, el juicio y el autocontrol, lo que los hace propensos a comportamientos de riesgo. Además, afecta el funcionamiento de la memoria, la atención, la concentración y el aprendizaje, generando problemas en el colegio o en el proyecto de vida futuro.
De lo anterior, trató el encuentro que se realizó en la Gobernación provincial de Talca con actores sociales que realizó el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), servicio público, que tiene por objetivo implementar la Política Pública de Prevención, Tratamiento e Integración Social de personas en las materias asociadas a alcohol y otras drogas. Por lo mismo, resulta de vital importancia entregar y/o fortalecer las diversas áreas del quehacer local en torno a estrategias preventivas que permitan enfrentar de mejor manera los riesgos asociados al consumo de sustancias.
La instancia tuvo el objetivo de fortalecer a los padres, madres y adultos significativos en el desarrollo de habilidades para ejercer relaciones respetuosas, de buen trato y cuidado, que promuevan el diálogo y la orientación y excluya la violencia, ayuda a promover el pleno desarrollo de niños, niñas y adolescentes y evita el consumo de alcohol y otras drogas.
Por otro lado, Patricia Gajardo Pinto, Directora Regional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) señaló “si bien hay muchos factores culturales que influyen en el consumo de drogas, cuando niños, niñas y adolescentes perciben que éstas son perjudiciales para la salud y para su desarrollo, disminuye la tendencia a consumirlas. Por eso, la educación dentro de la familia, de la escuela y de la comunidad es clave para ayudar a comprender estos riesgos”.