Concurrido seminario organizó Senda en Valdivia
Más de 300 personas concurrieron al I Seminario Internacional de Integración Social: Exclusión y Drogas, que organizaron en la Región de Los Ríos el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), la Universidad Austral de Chile y la Fundación Chilena por la Infancia, sus Derechos y su Futuro, Tierra de Esperanza.
La apertura de la cita celebrada en Valdivia estuvo a cargo de la directora del Senda, Lidia Amarales, y el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad), el embajador Paul Simons, y tuvo como principales expositores a Hugo Cohen (Argentina), Alfonso Ramírez de Arellano (España), Pedro Paulo Gastalho de Bicalho (Brasil) y Telmo Mota Ronzani (Brasil).
Además, se presentaron trabajos de Brasil, Uruguay, Colombia, Argentina y España, tras lo cual la actividad finalizó con un documento sistematizado de esta experiencia, firmado por las instituciones participantes, fruto del trabajo conjunto del mundo público con la academia y privados, para desarrollar estrategias que permitan entregar una mejor calidad de vida a la ciudadanía.
Junto con destacar que el organismo incluye las determinantes sociales como eje fundamental del trabajo integral de todos los sectores de la sociedad, Lidia Amarales valoró “lo aprendido y compartido en esta actividad, que será muy importante en nuestro trabajo y, especialmente, en la elaboración de la Estrategia Nacional de Drogas y Alcohol».
«Este seminario tiene una mirada de salud pública, de derecho de las personas, donde la integración es un pilar fundamental para lograr dicho objetivo”, recalcó la directora nacional de Senda.
Coorganizado con la Universidad Austral de Chile y la Fundación Chilena por la Infancia, sus Derechos y su Futuro, Tierra de Esperanza, el foro plantea el consumo de sustancias psicoactivas como causa y consecuencia de la exclusión social, no sólo porque puede provocar el deterioro de las condiciones de vida, sino porque los procesos de marginación social suelen constituir un elemento determinante para el uso de drogas.
En este entorno, el abuso y dependencia de drogas son solamente una de las posibles puertas de entrada a la exclusión social en los contextos de sufrimiento social, psicológico, físico y cultural, a que las personas se exponen, y está interconectada con otros fenómenos inherentes a los entornos de exclusión.
Lo anterior supone el desafío de profundizar la línea de trabajo en materia de integración y hace necesario un trabajo profundo de reflexión sobre la realidad de la integración social y su relación con el fenómeno de las drogas, sobre sus bases conceptuales, modelos y buenas prácticas que orienten la construcción de respuestas adecuadas.