Directora de SENDA participó en 67° Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes de Naciones Unidas
La directora nacional de SENDA, Natalia Riffo, participó en el 67° Período de Sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND) de Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), que se desarrolla en Viena, Austria.
En la oportunidad, la autoridad participó en la mesa redonda “El camino a seguir hasta 2029”, que tuvo como propósito conocer los desafíos que enfrenta el mundo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“A Chile le asiste la convicción de que la agenda 2030 y los objetivos del desarrollo sostenible son una oportunidad histórica para América Latina y el Caribe, ya que incluyen temas cuya implementación son altamente prioritarios para la región. La agenda 2030 pone la dignidad y la igualdad de las personas en el centro”, destacó.
Sin embargo, advirtió que los consumos de drogas, así como sus consecuencias sociales y sanitarias, ponen en riesgo el cumplimiento de la agenda, por lo que urge abordar este fenómeno con «enfoques que den cuenta de los cambios que el mundo demanda y de los nuevos desafíos que enfrentamos, así como de aquellas estrategias que no han mostrado ser eficaces a nivel global».
Desafíos
En este contexto, planteó la necesidad de avanzar en el desarrollo de políticas de drogas humanas e inclusivas, advirtiendo que en América Latina hay dos aspectos donde las políticas de drogas aún están en deuda: una elevada proporción de mujeres encarceladas a causa de delitos relacionados con las drogas y la necesidad de ampliar la oferta y la calidad de los tratamientos con base en evidencia científica.
Asimismo, apuntó a la importancia de avanzar en la reducción del estigma hacia personas en proceso de recuperación. Según el último informe del Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM) de la Organización de Estados Americanos, 61% de los países de la región no promueven medidas para abordar el estigma y la marginación social asociados con los trastornos por uso de sustancias, lo que dificulta o inhibe la búsqueda de tratamiento.
Un tercer aspecto a abordar fue la generación de sistemas de cuidados que favorezcan la inclusión social de las personas afectadas por el uso problemático de sustancias. “Las desigualdades económicas y sociales agudizan los problemas de salud derivados del consumo de drogas en América Latina”, apuntó.
También planteó la necesidad de que los países de la región fortalezcan la generación de Sistemas Integrales de Prevención con énfasis en trabajo comunitario, en los que se dé prioridad a poblaciones en situación de vulnerabilidad y que incorpore un enfoque de derechos humanos, género, edad y multiculturalidad.
Como quinto aspecto, planteó la necesidad de abordar integradamente el fenómeno de las drogas sintéticas. “El problema más serio con esta sustancia es que se desconoce su composición y por lo general está compuesta por una mezcla de sustancias, lo que representa un riesgo significativo para la salud y el bienestar de las personas, debido a la incertidumbre sobre sus componentes y efectos”, precisó.
La autoridad invitó a hacer uso de herramientas basadas en evidencia científica y en la protección de la salud pública, que se entiendan desde una lógica de seguridad como sinónimo de equidad. “Las respuestas fáciles a problemas complejos no funcionan. Por eso, los invitamos a trabajar en conjunto y a avanzar en políticas que contribuyan a mitigar los impactos sociales y sanitarios del consumo en las personas y en las comunidades”, sostuvo.
“Entendemos que alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible obliga a que nuestra creatividad, nuestros conocimientos, la tecnología con que contamos y los recursos financieros disponibles estén al servicio de ese fin. Un compromiso integral, de parte de todos y todas no solo es necesario, sino que también indispensable para concretarlos en todos los contextos”, puntualizó.
