EN SU TERCER AÑO DE FUNCIONAMIENTO, CENTRO RESIDENCIAL DE TRATAMIENTO DE DROGAS DESTACA DESARROLLO DE SU PROGRAMA
En Septiembre del año 2015, se abrieron las puertas del Centro Residencial de Adultos Magallanes, un proyecto que vino a completar el circuito para la atención de las distintas necesidades de personas con problemas en su consumo de alcohol y otras drogas.
Recientemente usuarios y profesionales a cargo del programa, celebraron con entusiasmo el cumpleaños N° 3, oportunidad en la que destacaron los avances logrados en este periodo.
El Centro Residencial, conocido como CRAM, es uno de los 14 dispositivos gratuitos de tratamiento con los que cuenta Senda en Magallanes, donde quienes acceden, tienen toda la atención profesional y técnica que requieren para lograr su rehabilitación.
En el caso de Magallanes, todos los Centros de tratamiento se ejecutan a través de un convenio con el Servicio de Salud Magallanes. Esto quiere decir que Senda proporciona los recursos y las asesorías técnicas y el Servicio de Salud administra y ejecuta los programas.
Jürgen Hener, coordinador del CRAM, señaló que los usuarios y usuarias en general, han logrado adherir de forma positiva al tratamiento, enfrentando los desafíos que implica el abordaje de la enfermedad.
Por su parte, Claudia, una de las usuarias del Centro Residencial, indicó que en este espacio ha encontrado una excelente atención, donde cada uno de los profesionales y técnicos ponen el corazón para ayudarles a avanzar en el tratamiento, y agregó que es muy importante la voluntad de la persona que está en el consumo.
El Gobierno de Chile ofrece en forma gratuita alternativas de tratamiento a personas afiliadas al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) y que presenten problemas de drogas. Si la persona no está inscrita en el sistema público de salud, debe acercarse al consultorio de atención primaria más cercano a su domicilio e inscribirse.
En el área de tratamiento SENDA se propone trabajar para asegurar el acceso y la equidad en la atención a toda persona que presente consumo problemático (también llamado dependencia o adicción) de alcohol u otras drogas y requiera atención especializada. Lo anterior, garantizando que la atención sea entregada en forma oportuna, integral y de calidad, centrada en las necesidades de las personas usuarias, asegurando intervenciones eficaces, basadas en la mejor evidencia disponible y con eficiencia en el uso de los recursos.