En Tarapacá ponen en marcha programa preventivo Control Cero Alcohol
Posicionar que la cultura del «beber y manejar» es un atentado contra la vida y que debe ser erradicado, es el objetivo del programa Control Cero Alcohol impulsado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), en alianza con el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones y Carabineros.
La iniciativa fue lanzada en Tarapacá por el coordinador regional de SENDA, Claudio Jiménez, en conjunto con el seremi de Transportes, Álvaro Gómez, y el jefe de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito de Carabineros (SIAT), Humberto Tapia.
En la oportunidad, las autoridades entregaron volantes con información preventiva sobre el manejo con consumo de alcohol para todos los conductores que transitaban en Avenida Arturo Prat con Diego Portales.
Con sólo haber bebido una copa la persona se vuelve vulnerable, sus reacciones son más lentas y su percepción de la realidad como distancias, sonidos y visibilidad se alteran
El programa Control Cero Alcohol forma parte del plan Calles sin Alcohol, que considera una serie de medidas administrativas y legislativas, con el objetivo de reducir el número de accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol.
«Es parte de los compromisos asumidos por el Gobierno de Chile en la Estrategia Nacional de Drogas y Alcohol 2011-2014 para reducir los accidentes de tránsito asociados al consumo de alcohol, y en consideración de el fin de semana largo que se aproxima, es una buena oportunidad de informar a los conductores de los riesgos al los que están expuestos cuando manejan habiendo consumido alcohol. Con sólo haber bebido una copa la persona se vuelve vulnerable, sus reacciones son más lentas y su percepción de la realidad como distancias, sonidos y visibilidad se alteran», explicó Jiménez.
Además, el jefe de la SIAT entregó consejos para prevenir accidentes de tránsito: «usar cinturón de seguridad, mantener distancia prudente del vehículo que antecede, conducir a velocidad prudente, sin distracciones ni efectos derivados del consumo de alcohol, y consciente de que el conductor que bebe no debe manejar y si maneja, no debe beber. Luego, si por alguna razón alguien que ha ingerido alcohol necesita conducir, es su obligación entregarle las llaves del vehículo a quien esté en condiciones de hacerlo o recurrir a algún medio de locomoción pública».
Ley de Tránsito
Actualmente conducir “bajo la influencia del alcohol” se considera cuando el índice de alcohol es de 0,5 y 0,99 gramos por litro de sangre y se considera una falta. El proyecto de ley que se discute en el Congreso reduce estos índices a un rango de 0,3 a 0,79
Asimismo, se debe tener en cuenta que conducir en «en estado ebriedad» se considera un delito y se establece cuando el nivel de alcohol en la sangre es superior a 1.0 gramos por mil. El proyecto de ley que se discute en el Congreso reduce estos índices a 0,8 gramos.