Cannabis
- Nombre científico: Cannabis Sativa (Tetrahidrocannabinol – THC).
- Nombre popular: marihuana, yerba, macoña, ganya, pito, cuete, caño, porro, huiro
- Clasificación: Alucinógeno y Depresor
- Forma de consumo: Generalmente se fuma, en cigarrillos hechos a mano o en pipas especialmente diseñadas (a veces con cañas largas o pequeños depósitos de agua para enfriar el humo, que suele alcanzar altas temperaturas). También se come (en queques o galletas).
- El “hachís” es la resina de cannabis y se fuma mezclado con tabaco.
Los efectos son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de cannabis y el estado anímico y físico del individuo que la consuma.
Dosis bajas
- Inicialmente pueden producir sensaciones placenteras de calma y bienestar,
- Aumento del apetito
- Euforia
- Desinhibición, pérdida de concentración, disminución de los reflejos, ganas de hablar y reír,
- Enrojecimiento de los ojos,
- Aceleración del ritmo cardiaco,
- Sequedad en la boca y garganta,
- Dificultad para ejecutar procesos mentales complejos (rendir un examen, por ejemplo),
- Alteraciones de la percepción temporal y sensorial,
- Disminución de la memoria a corto plazo. A ello le sigue una segunda fase de introversión y somnolencia.
Dosis elevadas
- Confusión,
- letargo,
- excitación,
- ansiedad,
- percepción alterada de la realidad
- estados de pánico y alucinaciones.
Los efectos son de rápida aparición y varían según la dosis, el tipo de cannabis y el estado anímico y físico del individuo que la consuma.
Aunque la intoxicación por cannabis no es frecuente, pueden aparecer determinados problemas, fundamentalmente de orden psicológico, siendo los ataques de pánico los más frecuentes.
Un consumo elevado de cannabis, consumirlo con el estómago vacío, durante las primeras veces que se consume o mezclarlo con alcohol también pueden provocar bajadas de tensión, mareos y vómitos.
Cuando se consume cannabis por vía oral (preparados cocinados con cannabis o hachís, aceite o preparados farmacéuticos) aumenta la duración total de los efectos y los riesgos de sobredosificación e intoxicación, por lo que se recomienda adaptar la dosis según la forma de presentación y la vía de consumo.
El riesgo de intoxicación varía en función de la persona.
En algunos casos pueden aparecer episodios psicóticos pasajeros.
El consumo prolongado en el tiempo podría aumentar el riesgo de bronquitis crónica y ser un factor de riesgo para el cáncer de pulmón.