La finalidad fue difundir las políticas que desarrolla la institución y entregar testimonios de personas que han recibido apoyo para superar alguna adicción.
Cerca de 250 estudiantes
y profesores del Liceo Polivalente de esta comuna, participaron en charlas
ofrecidas por profesionales del Servicio Nacional para la Prevención y
Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, SENDA Región del Maule.
En la jornada
estuvo presente el director regional, Mario Fuenzalida; el director del
establecimiento, César Arias, y alumnos de Primero, Segundo y Tercero Medio.
La finalidad
fue difundir las políticas que desarrolla la institución y entregar testimonios
de personas que han recibido apoyo del SENDA para superar alguna adicción.
Fue el caso de
Pablo (28 años), quien fue un destacado deportista curicano, integrante de un
club de ciclismo de esa ciudad y que incluso estuvo compitiendo en el
extranjero. Sin embargo y como lo dijo en su charla, “las
malas juntas me
llevaron al vicio. Comencé fumando marihuana y después pasta base y cocaína”.
Indicó que llegó a robarle cosas a su madre para tener dinero y comprar drogas.
“Caí a lo más
bajo, tuve una sobredosis y casi me muero; estuve internado en la UCI conectado
a máquinas y hasta en una oportunidad me atropellaron”. El joven sostuvo que
mientras fue consumidor estaba lleno de amistades, pero que después todos
desaparecieron.
Tomó la
decisión de ponerse en manos de expertos y actualmente está por egresar de un
programa de rehabilitación. “Mi vida cambió por completo y no logro entender
cómo me metí en la droga y del daño que le hice a mi familia y a mí mismo”.
Desde hace seis meses que este joven no ha consumido ninguna sustancia. “He
tenido otra oportunidad en la vida y la quiero aprovechar; una vez que termine
mi rehabilitación, deseo dedicarme a ayudar a personas con adicción”.
Constanza (23),
aun no terminaba su enseñanza media cuando comenzó a consumir drogas y alcohol.
Su afición por la danza y estudios de servicio social, los dejó a un lado.
“Terminé durmiendo en sala de espera de hospitales y hasta en cajeros
automáticos. Por culpa de las drogas, le hice daño a las personas que más
quería”, expuso ante la audiencia.
La joven asiste
a un centro de rehabilitación que trabaja con SENDA. “Quiero retomar la
universidad y la pasión por danzar”.
Ambas personas,
coincidieron que las drogas conducen a las tres “C”, esto es, clínica, cárcel o
cementerio.