Jóvenes de centro de tratamiento de Calama se capacitan en mecánica básica
Una importante etapa en la vida de un grupo de jóvenes pertenecientes al centro de tratamiento del consumo de drogas CEPAS, finalizó con la ceremonia de egreso del curso de mecánica básica, que realizaron dispuestos a buscar nuevos horizontes y construir mejores oportunidades para su futuro.
El curso, que duró 80 horas de asesoría teórico-práctica y estuvo a cargo de Gestocap Ltda., fue posible gracias al aporte de diferentes empresas a través de sus remanentes de capacitación, que son gestionados como Becas Sociales SENCE por la OTIC Banca.
Fueron nueve los usuarios de CEPAS, ocho hombres y una mujer, que confiaron en el valor de la capacitación.
Uno de ellos, Miguel Ángel Salazar, señaló que “estamos profundamente agradecidos por la oportunidad de contar con más herramientas para enfrentar el mundo laboral, el mundo que nos espera afuera y que nos permitirá conectarnos de mejor manera con la sociedad”.
Actualmente, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) de Antofagasta financia 41 planes de población general (varones), de los cuales 17 son residenciales y el resto ambulatorios; 24 para mujeres (14 residenciales y 10 ambulatorio intensivo); y 26 para adolescentes con infracción de ley (7 residenciales y 19 ambulatorio intensivo).
Estos cupos son destinados a personas que buscan el camino de la rehabilitación, pero que no cuentan con medios para hacerlo.
Ceremonia de egreso en Principios y Aplicación de Mecánica Básica
Yasna González, coordinadora regional de SENDA, destacó que «la capacitación y especialización en distintos oficios es parte importante del tratamiento de una persona consumidora problemática de drogas, ya que fortalece su autoestima y se siente más y mejor preparada para su eventual salida del centro, lo que muchas veces puede generar angustia y estrés”.
CEPAS, cuya sigla se desprende en Centro de Educación Popular y Apoyo Sicológico, es una de las organizaciones más antiguas de la provincia del Loa en materia de rehabilitación. Fue fundado en 1986 por el sacerdote Cornelio Lemmers Van Beek, al alero de la iglesia Católica local.
