SENDA Biobío y Asociación Cristiana de Jóvenes Inauguran programa de Rehabilitación para población en libertad vigilada
El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol de la región del Biobío en conjunto con la Asociación Cristiana de Jóvenes (conocida mundialmente como YMCA), inauguraron el programa de rehabilitación de drogas para personas en condición de libertad vigilada.
Esta nueva oferta de tratamiento en la región se encuentra en el marco de la ley 20.603 que modifica la ley 18.216, cuenta con una inversión anual de más de 73 millones de pesos, monto que se traduce en 16 planes mensuales.
Jaime Vilches, Gerente General de la Corporación de Desarrollo Social de la Asociación Cristiana de Jóvenes, destacó el trabajo en equipo en base a valores, “Un compromiso mayor para quienes son los sujetos de atención, que son los más postergados, los más excluidos, los más segregados. Y esa es nuestra misión como institución cristiana; somos Asociación Cristiana porque creemos en los valores generosos del cristianismo: en el altruismo, el preocuparnos por el que está sufriendo y el más necesitado”
Jorge Cáceres, Seremi de Justicia del Biobío, expresó su satisfacción por el buen rumbo del trabajo, “Creo que vamos por el camino correcto, estamos haciendo bien las cosas para ayudar a nuestra juventud y romper este círculo vicioso de la droga y entrar al círculo virtuoso que conduce a la rehabilitación, a la recuperación de sus amistades, de la educación y porque no decirlo también de la familia”.
Bayron Martínez, Director Regional de Senda, “Estos dispositivos están al servicio de las personas, de las personas que quizás cometieron un error en sus vidas y es por eso que hoy les damos una oportunidad también de recuperarse desde el problema de salud que tienen de adicciones, pero además dándole una mano desde el Estado para integrarlos, reinsertarlos en la sociedad y provocar este efecto en la salud pública pero también en la reinserción social de personas que han cometido delitos”.
El centro de tratamiento ambulatorio inició su funcionamiento como piloto el 2014, atendiendo a población de libertad vigilada bajo el marco del Convenio SENDA – Gendarmería de Chile, creando de este modo una oferta especializada de atención a esta población.